La nueva Asamblea Nacional venezolana, con mayoría de 2/3 de oposición es la garantía para restituir la separación de poderes y poner freno a la tiranía. Esa es condición sine qua non para que el país retome su condición democrática. De hecho, un parlamento autónomo es el antídoto para frenar el autoritarismo con ínfulas de dictadura que llegó al poder a Venezuela (1998) en medio de la crisis de los partidos políticos adecopeyanos y la desafección de un electorado que obnubi lado optó por soluciones mesíanicas incubadas bajo la impronta militarista. Esto conllevó un secuestro progresivo de todos los poderes por parte de un ejecutivo que luego ha hecho lo que cualquier dictadura, es decir, lo que se le vino en gana, violando casi a diario la Constitución. Se trata pues, de un desconocimiento sistemático de nuestra carta magna, con la consecuencias del debilitamiento de las instituciones democráticos, la cual se evidencia por ejemplo, en la sumisión que en estos últimos 16 a tenido el p...