Sigmund Freud y Jean Piaget: teorías del desarrollo infantil. Opinan los expertos:
Por Gustavo Alcántara
Se acudió a dos expertos en el área de la Psicología para que nos dieran sus impresiones sobre las teorías del desarrollo infantil planteadas por Sigmund Freud y Jean Piaget.
Sigmund Freud |
En el caso de Freud, se consultó a Mayra Romero (MR), Psicólogo, Mg Sc. En Psicología, candidata a Doctora en Filosofía y Profesora de Universidad de Los Andes (ULA).
¿Cuáles considera que
son los principales aportes de Freud a las teorías del desarrollo infantil?
MR: El aporte fundamental de Freud a la psicología moderna fue su
descubrimiento del inconsciente (Al.: Das Umbewusste). Este hallazgo le
permitió elaborar todo su posterior constructo, metapsicología: “Término creado
por Freud para designar la psicología por él fundada, considerada en su
dimensión más teórica. La metapsicología elabora un conjunto de modelos conceptuales
más o menos distantes de la experiencia… La metapsicología considera tres
puntos de vista: dinámico, tópico y económico” (Jean Laplanche y Jean-Bertrand
Pontalis, Diccionario de Psicoanálisis, primera reimpresión,
PRESSES UNIVERSITAIRES DE FRANCE-PARIS, Editorial Labor S. A.,
Barcelona-España, 1977, pg. 236); al que posteriormente, ya como herramienta
terapéutica, método de investigación y conjunto de teorías, bautizó como
Psicoanálisis. Un constructo que está montado sobre unas bases lógicas y que
siguió un recorrido metodológico tan exhaustivo que le permitió elaborar
postulaciones científicas, acuñando terminología novedosa y específica, aunque
algunos de sus detractores lo desconozcan.
“Si se hubiera de resumir en una
palabra el descubrimiento freudiano, éste sería indiscutiblemente el término
‘inconsciente’…, empleado por Freud tanto como sustantivo y como adjetivo, en
cualidad tópica… El inconsciente freudiano es ante todo e indisolublemente una
noción tópica y dinámica…” (Laplanche y Pontalis, ob. cit., pp. 200-201).
Aclarando, lo dinámico (Al.:
dynamish) “Califica un punto de vista que considera los fenómenos psíquicos
como resultantes del conflicto y de la composición de fuerzas que ejercen una
determinada presión, siendo éstas, en último término, de origen pulsional”
(Laplanche y Pontalis, ob, cit., p. 99); lo económico (Al.: ökonomish)
“Califica todo lo relacionado con la hipótesis según la cual los procesos
psíquicos consisten en la circulación y distribución de una energía cuantificable
(energía pulsional), es decir, susceptible de aumento, de disminución y de
equivalencias” (Laplanche y Pontalis, ob. cit., p. 101), y, finalmente, lo
tópico (Al: Topik, topish), “Teoría o punto de vista que supone una
diferenciación del aparato psíquico en cierto número de sistemas dotados de
características o funciones diferentes y dispuestos en un determinado orden
entre sí, lo que menos, de forma
abierta.
Freud fue, y continúa siendo a
pesar del paso de los años, malinterpretado y hasta catalogado de desviado
sexual por decir que los niños tenían inclinaciones sexuales a temprana edad. A
pesar de las críticas y señalamientos, Freud no solamente mantuvo su teoría
sino que la pulió.
En el planteamiento freudiano del
desarrollo psicosexual hay que hacer una gran diferenciación entre lo que es
“sexo” y lo que es “sexualidad”.
Hoy día todos hemos podido
observar cómo desde muy pequeños los niños varones presentan excitación en sus
diminutos miembros, incluso en el vientre materno, y las niñas disfrutan con
los roces en sus genitales. Eso no es perversión; es sencillamente la
manifestación de la sexualidad. Sexo es sinónimo de coito. Y esta acción
únicamente es posible cuando los genitales, tanto de niñas como niños, alcanzan
una determinada madurez, lo que generalmente ocurre tarde en la adolescencia,
no antes. Por el contrario, la sexualidad* se relaciona con las zonas
erógenas*, con la sensación de estimulación placentera en distintas partes del
cuerpo. Toda la piel está expuesta a ser zona erógena en algunos y particulares
instantes. Para resumir y concretar, sexo está referido a los genitales y la
acción es el coito, mientras que sexualidad es toda sensación placentera que se
produce en cualquier parte del cuerpo y que no es dependiente única y exclusivamente
del placer generado en el área genital.
● Desarrollo
psico-sexual: Teoría elaborada por Freud (Tres
Ensayos sobre una Teoría Sexual, 1905) en la que presenta diversos estadios
por los que la energía sexual o libido tiene una pulsión (empuje) que se dirige
hacia un objeto con el que se satisface luego de la excitación que le produjo
placer.
● Zona erógena: “Toda
región del revestimiento cutáneo-mucoso susceptible de ser asiento de una
excitación de tipo sexua.l” (Laplanche y Pontalis, ob. cit., p. 495).
● Sexualidad: “En la experiencia y en la teoría psicoanalíticas, la palabra sexualidad no designa solamente las actividades y el placer dependientes del funcionamiento del aparato genital, sino toda una serie de excitaciones y de actividades, existentes desde la infancia, que producen un placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental (respiración, hambre, función excretora, etc.) y que se encuentra también a título de componentes en la forma llamada normal del amor sexual.” (Laplanche y Pontalis; ob. cit., p. 421).
¿Son útiles hoy día las propuestas de Freud para explicar el desarrollo
infantil?
MR: Hoy, más que en ningún otro momento, los planteamientos de
Freud sobre el desarrollo infantil adquieren una enorme importancia, en vista
de que ha habido un creciente aumento en la apertura de la sexualidad y en
actitudes confrontativas en relación con el sexo. El conocer de qué manera
evolucionamos psico-sexualmente llevaría a una toma de conciencia en la
educación sexual, tanto en la infancia, en la adolescencia como en la adultez,
para conducir a la población por derroteros más sanos.
Todos los extremos son
perjudiciales. Si bien en la época victoriana, en la que Freud creció, el sexo
era considerado pecaminoso, tabú y no por ello las personas se orientaron más
hacia el celibato, en estos tiempos vemos cómo las actitudes más liberales
tampoco han sido motivo de orientaciones conductuales menos enfermizas. Ejemplo
de ello es la creciente tendencia de la pedofilia y la pornografía infantil,
por mencionar únicamente dos de las prácticas más comunes que están sobre el
tapete y de las que se habla en la actualidad, en diversos círculos
científicos, religiosos, educacionales, sociales, económicos, tecnológicos y
espirituales.
Interpretar la sexualidad
infantil con la mirada del adulto ha degenerado en un incorrecto entendimiento
de los postulados de Freud sobre el tema. Es imperativo un estudio y análisis
profundo del recorrido realizado por Freud en sus hipótesis, observaciones,
auto-análisis y posteriores planteamientos para comprender cabalmente su teoría
en relación con la sexualidad infantil. No hacerlo y emitir opiniones
desembocará en supuestos equivocados, desacertados y alejados de sus
razonamientos y conclusiones.
La invitación es a sumergirse en
estas hondas aguas de la metapsicología freudiana, tanto más apasionante
mientras más se cultiva, de la mano de expertos para asombrarse y regocijarse
en cada paso con estos hallazgos que revolucionaron la psicología moderna, dándole
un giro que se mantiene vigente hasta nuestros días.
¿Cómo se define el
Psicoanálisis?
MR: Laplanche y
Pontalis (1968), conceptualizan el Psicoanálisis como la “Disciplina fundada
por Freud y en la que… se pueden distinguir tres niveles:
A)
“Un método de investigación …
C)
“Un conjunto de teorías
psicológicas y psicopatológicas...” (Laplanche y Pontalis, ob. cit., p. 329).
“Las emociones que no se expresan nunca mueren. Son enterradas vivas y se manifestarán en formas más desagradables”.
“La mayoría de las personas realmente no quiere la libertad. Porque la libertad involucra responsabilidad y muchas personas le temen a asumirla”.
“Somos dueños de lo que callamos
y esclavos de lo que decimos”.
Sigmund Freud
Por otra parte, en el caso de
Piaget se le solicitó a Gregorio Escalante (GE), PhD en Psicología Social y
Profesor jubilado ULA, que nos diera sus opiniones con respecto a las
siguientes preguntas:
¿Cuáles considera que son los principales aportes de Jean Piaget a las
teorías del desarrollo infantil?
GE: La interpretación mecanicista, a lo largo del tiempo, había
entendido al conocimiento como una función estática. Piaget enfrentó tales
modelos y elaboró una descripción de los pasos que sigue la adquisición del
conocimiento en la vida de los individuos. Ese fue el primer servicio que
Piaget le hizo a la psicología. El otro servicio fue la elaboración de un
modelo de funcionamiento intelectual que no es otra cosa que la mejor
explicación conocida del desarrollo de la inteligencia infantil.
En Piaget hay influencias de
Renouvier y Lachelier, el primero filósofo de inspiración kantiana y el segundo
representante del renacimiento espiritualista francés y fundador de la
metafísica de la libertad. Piaget rápidamente se convierte en un positivista acentuado.
No más mecanicismo ni determinismo. Lo que hay en el devenir histórico de la
especie humana es una permanente tendencia a la transformación, el cambio, la
modificación, siempre en dirección a un fin. Aquí se funda su noción de
equilibrio, basado en dos ‘fuerzas’ previas: asimilación y acomodación.
Esa es la idea de finalidad
planteada por Lachelier según la cual una función del pensamiento sería reducir
los fenómenos ‘de fuera’ a una unidad interior, con un amplio sentido de
dirección y significado individual. Cuando aparece en el trabajo de Piaget la
ley de finalidad, todas las cosas en el mundo se vuelven unidades plenas de
consciencia y actividad. Hay que agregar que la futura calidad cognitiva que
pueda ser construida es el efecto de la unión de diferentes sistemas personales
que tienden hacia la emergencia de un fin mental que se origina en un fin
biológico conectado a un fin social. Tales sistemas son la maduración, la
experiencia, el desarrollo, la educación, la interacción social, la movilidad
cognitiva, la actividad.
¿Qué aspectos del constructivismo de Piaget considera revolucionarios
para el paradigma científico?
GE: En Piaget (1970) la inteligencia se concreta en el niño
mediante interacciones sistemáticas entre la asimilación de nueva información
(por las estructuras cognitivas) y la adaptación de esas estructuras a la
información recién asimilada. La inteligencia viene a ser una forma especial de
adaptación que supone una serie de constantes e ininterrumpidas
transformaciones cíclicas de la estructura mental. Lo que ocurre es que en el
curso del proceso de adaptación -vía continuas asimilaciones- hay esquemas
congénitos, básicamente reflejos y sensomotores que el individuo trae al nacer,
y que se transforman, diferencian y coordinan para terminar, a lo largo de
grandes períodos de desarrollo, en las organizaciones lógicas de la
inteligencia adulta.
Entre Piaget y Vygotsky (1978)
las interpretaciones difieren: para Vygotsky la función inteligencia es una
habilidad de origen social que empieza en las interacciones iniciales del niño
con sus padres, productoras de lenguaje y pensamiento. Son interacciones que
luego adquieren niveles de desarrollo novedosos al ponerse el niño en contacto
con la escuela, la comunidad y las otras entidades sociales que
obligatoriamente enlazan con su hacer ordinario. Afirma que los tests
tradicionales no cubren los auténticos niveles de ejecución que el niño puede
lograr con ayuda apropiada. Y agrega que tales medidas son ‘estáticas’ pues
sólo miden la inteligencia actual, y poco dicen acerca del verdadero potencial
latente (véase también Feuerstein, 1980).
¿Son útiles hoy en día las propuestas de Piaget para explicar el
desarrollo infantil?
GE: Tatu Vanhanen (2011) afirma que el origen de las desigualdades
sociales reside en el hecho de que los seres humanos no son iguales en
inteligencia y otras capacidades. Asocia variaciones climáticas y geográficas
con el proceso de democratización y asume que la variación observada a nivel
global es debida a diferencias nacionales en la distribución de recursos.
Piensa que el poder político es compartido entre la mayoría en sociedades donde
los recursos del poder se distribuyen ampliamente y no en aquellas donde esos
recursos se concentran en pocas manos, subrayando así la diferencia entre
democracias y sistemas totalitarios.
La investigación de Lynn,
profesor emérito de Psicología de la Universidad de Ulster, Irlanda del Norte,
causó sensación en 2005 cuando atribuyó al hombre un ci superior al de la
mujer, y se le criticó por contribuir así al renacimiento de la doctrina de los
‘genes buenos’ sustentada por la ideología nazi. Lynn (1991) afirma que el ci
de los alemanes es el mayor de Europa: los alemanes junto con los holandeses
cuentan con un ci de 107, superando a polacos (106), suecos (104) e italianos
(102). Detrás quedarían los británicos con un ci de 100 y los franceses con 94,
y asegura que la naturaleza dotó a rumanos, turcos y serbios con menos de eso.
Sus análisis a escala mundial sugieren que el ci de los asiáticos sería de 105
y el de los europeos de 100. Los sudasiáticos, aborígenes australianos e
indígenas americanos tendrían 90. Y en el fondo de todos los grupos humanos
estarían los africanos sub saharianos, con un ci de 75, cifra que casi los
coloca al borde de la animalidad.
Es obvio que el esquema
sociopolítico dominante en el país en nada favorece lograr concentrar el
trabajo académico a base de principios piagetianos. Recordemos que la fuente
motivacional del aprendizaje es la fuerza interna que Piaget llama acomodación
(cambios en las estructuras cognitivas para asimilar la información). La
eficiencia de esta fuente debe ser ayudada por las instrucciones del ambiente.
Pero se sabe que el ambiente puede acelerar o retrasar los procesos generales
de desarrollo y que hacerse socio de un ambientalismo exagerado no es la
solución. Y menos ahora cuando el país parece estar siendo dirigido para ir
incluso contra la biología.
Acomodarse al ambiente es
esencial. Pero es fácil decirlo. Difícil lograrlo, sabiendo que nuestro actual
ambiente en general no permite que las propiedades de las cosas y las
circunstancias ambientales puedan ser asimiladas a la inteligencia. En las
propias palabras de Piaget el interés es “el aspecto dinámico de la
asimilación”. No es válido entonces insistir en métodos educativos de pura
naturaleza receptiva…
¿Han tenido influencia las teorías de Piaget en el modelo educativo
impartido en la educación médica en la ULA?
GE: Difícil saberlo. Piaget en realidad no escribió mucho sobre
educación. Y sus recomendaciones al respecto no difieren demasiado de lo
propuesto por Montessori y Rousseau. Esencialmente el maestro suizo no cree que
el aprendizaje debe ser algo que facilitan los maestros sino aquello que se
produce en el alumno mismo, mediante un proceso activo de descubrimiento. El
individuo que aprende puede alcanzar un progreso intelectual sorprendente
simplemente mediante la exploración por su cuenta del mundo a su alrededor. Y
el profesor no debe imponer ningún conocimiento sino ofrecer alternativas y
materiales que interesen al alumno y que le planteen algún significativo
desafío. Los problemas que surjan el estudiante debe aprender a resolverlos por
su cuenta. A medida que el alumno parezca dominado por una figura de autoridad
que parece conocer ‘todas’ las respuestas, en esa misma medida surgirán
dificultades en la apreciación de distintas perspectivas de aprendizaje, sobre
todo en los casos típicos en los cuales la transmisión del conocimiento no
parece ser muy estimulante. En muchos casos todo queda reducido a la repetición
de ‘saberes’ extraídos de algún texto que permanece oculto en el escritorio del
docente.
Otra idea en Piaget es insistir
en que el profesor debe darse cuenta de que los intereses del alumno y modos de
aprendizaje difieren a las distintas edades. A un niño en el período de
operaciones concretas, cuyo pensamiento apenas empieza a ser lógico y que
todavía luce atado a actividades y objetos, lo mejor es ofrecerle menos
verbalización y más práctica con objetos reales que pueda manipular y
transformar a su antojo. En esto Kohlberg suele estar de acuerdo y afirma que
es un sinsentido tratar de enseñar a un niño en la etapa de operaciones
concretas alguna noción que implique capacidades de pensamiento abstracto del
nivel de operaciones formales.
El esquema piagetiano tiene
aplicación básicamente en individuos entre el período de desarrollo sensomotor
(2 años más o menos) y el período de operaciones formales, que se inicia entre
los 12-13 años de edad. Los muchachos que alcanzan la etapa superior en el
diseño piagetiano vienen de las mismas escuelas de poca definición en los
sistemas de aprendizaje. Y de allí saltan a las aulas del liceo, donde las
mismas deficitarias ‘enseñanzas’ señorean. Además, el escaso apego de nuestros
docentes a la experimentación les impide realizar ensayos que tiendan a mejorar
la marcha de la actividad en aula. En tales condiciones supongo que la poca
‘realidad’ con algún tipo de influencia entre ellos y la situación educativa es
la realidad hogareña. Una cuidadosa observación de las etapas de desarrollo
propuestas por Piaget seguramente podrá ayudar a los docentes a encontrar
mejores puntos de partida para su trabajo en aula.
Pero aquí volvemos a lo mismo: en
mi experiencia de muchos años en las aulas de la ULA, los datos sugieren el
predominio de ‘mejores’ alumnos entre muchachos y muchachas de la clase media y
la clase media alta… A pesar de las consabidas deficiencias del sistema educativo
nacional, ellos asisten a los mejores colegios disponibles, donde al menos
existe algún modelo de supervisión del trabajo académico, y se exige cumplir
con el horario. Dudo bastante que el esquema de Piaget pueda ejercer alguna
influencia sobre la educación médica en estudiantes de la ULA. Mi opinión es
simple, pues creo que en Mérida y en la Facultad de Medicina, hay dos clases de
alumnos: los que vienen a pernoctar en la ciudad a expensas de sus padres y los
que llegan decididos a volverse estudiantes y hacerse profesionales destacados
en una especialidad. Son más abundantes los primeros, y aunque no se han hecho
cálculos al respecto, creo que sobrepasan a los segundos en una proporción de 2
a 3.
Desde los años 60 a los 80 del
siglo pasado participamos en todos los estudios de Romero García en relación a
la variable internalidad, y sistemáticamente uno de cada tres alumnos
evidenciaba un control personal interno. Esa variable explica y predice un alto
grado de rendimiento escolar, igual que la necesidad de logro, según trabajos
de la profesora Bustamante. de modo que el 66% restante, en su mayoría,
formaban parte de los repitientes. De modo que si hace 10 años la ULA tenía
30.000 alumnos, podemos creer que solamente 10.000 habían venido a estudiar y a
graduarse. Los 20.000 restantes habían venido a pernoctar en Mérida y es casi
seguro que gastaban su tiempo en la academia en tareas intelectuales de poca
monta.
Sabemos que la educación nuestra
(en todos los niveles) tiene fallas monstruosas. También sabemos, por lo visto
en las últimas dos décadas, que hay una fuerte tendencia hacia el
empeoramiento. Ahora recuerdo al profesor Briese a quien entrevisté alguna vez
para la revista Med-Ula. Una de sus expresiones ese día, cuando comentábamos el
hacer en la universidad, fue que la “Educación en Venezuela es una catástrofe,
de la cual nadie quiere escapar…”
El quiere del ilustre fisiólogo es muy significativo. Por lo que pude entrever ese día, el profesor insinuaba que siempre hubo responsabilidad plena y permanente de todos nosotros (alumnos y profesores) en el mantenimiento de un sistema educacional básicamente improductivo. Tal vez la expresión de Briese parezca un poco exagerada. A mí me parece muy real, especialmente en el momento actual. Y viendo cómo marchan las cosas en el país luego del perecedero socialismo bolivariano, hay poca esperanza de que las cosas mejoren.
"Lo que vemos cambia lo que sabemos. Lo que conocemos, cambia lo que vemos".
"La inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer".
"Un niño nunca dibuja lo que ve, dibuja su interpretación de ello. Dibuja lo que sabe de él".
Jean Piaget
REFERENCIAS.
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y diferenciación personal. Centro de Investigaciones Psicológicas. Universidad
de los Andes. RedUla. Mérida.
Escalante, G. (1984),
Autoritarismo y estilo docente. Curriculum. Año 8, núm. 14, 67-98.
Feuerstein, R (1980).
Instrumental enrichment: An intervention program for cognitive modifiability.
Baltimore: University Park Press.
Kohlberg, L. 1966. Cognitive
stages and preschool education. Human Development, 9, 5-17.
Lynn, R. (1991). Race differences
in intelligence. A global perspective. The Mankind Quarterly, 31, 255–296.
Piaget, J. (1970). Piaget's
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Wiley.
Romero García, O. Enfoque
motivacional del subrendimiento estudiantil. Mérida: Laboratorio de Psicología
(ULA), Publicación 33, 1981a.
Salom de Bustamante, C. Necesidad
de logro, locus de control y rendimiento académico. Mérida: Laboratorio de
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Vanhanen, T. (2011). National IQs
and their demographic correlates. Personality and Individual Differences: 10.
1016.
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