Una nueva universidad venezolana

Junto a la salud y alimentación

no hay centavo mejor invertido que en educación.

Si en quiebra está el Estado

los estudios no serán pagados,

pues una administración bandolera 

aniquiló a la industria petrolera.

Resulta negligente esperar sentados

recursos por el desgobierno despilfarrados.

Sin dinero invertido para estudiar

imposible será el desarrollo humano alcanzar,

siendo perentorio con diligencia sembrar

la educación como bien para atesorar.

El paternalismo es sumisión

y la ciudadanía merece liberación,

requiriendo financiación mixta

para la Universidad autonomista, 

libre de controles comunistas

o en todo caso extremistas.

Así docencia e investigación han subsidiado 

universitarios a quienes nadie ha pagado,

siendo esa una gran responsabilidad

de la sociedad en su totalidad.

Es atávico y populista pensar

que para tener educación no se debe trabajar,

siendo la docencia meramente estatal

un enfoque político total,

que impide a los individuos avanzar, 

bajo un control férreo no por azar.

Democracia y meritocracia,

son pilares que nos alejarán de la desgracia,

de propuestas revanchistas 

de fracasados y resentidos sectaristas.

Una nueva universidad salta a la vista

sin frenos ni dogmas reduccionistas,

dónde lo individual y social

son complemento existencial.

Autoridades universitarias con período vencido

decisiones arbitrarias han tenido,

miopes ante una Educación desprestigiada 

por masas de jóvenes despreciada.

Dejó de ser proyecto de vida 

para nuestra juventud más desfavorecida, 

pues revendiendo gasolina importada

educación gratis sin dólares es nada.   

Improbable leer el libro regalado

pues lo no rentable perece, 

mientras bolsas de comida han dado

y las migajas al pueblo enmudecen.

Atte. Gustavo Alcántara Moreno.